
Nada como un buen vino y barato. La tendencia de vinos está cada vez más exigente. Los paladares chilenos ya aprendieron la lección de que el vino en caja no es lo mismo que uno bueno. Así de simple. ahora, cuando uno va al supermercado, la cosa se pne complicada. Porque hay tanta etiqueta, tanta botella, que no se logra percibir bien que cresta llevarás. Por eso, y por lo bueno que es, siempre elijo Misiones de Rengo. Relación precio-calidad, debe ser uno de los mejorcitos. $1.700 pesos la botella de Merlot, y algo así como 3 mil algún reserva. Y siempre, pero siempre salen buenos y mantienen su sabor. No me quiero mandar las partes de catador, de sommelier, de experto como los tipos fomes de Cooperativa, pero sí hay que decir que es un vino “parejito”. Hoy, estoy de cumpleaños. No tengo a nadie, como el burro de Shrek, y estoy solo, frente a mi botella de Misiones Merlot. Un placer. Un pucho y celebro mi cumple como corresponde a un día lunes. Solo, pero con un vino, la cosa cambia.