
Tuvimos una reunión familiar. Uno de los nuestros ingresa, por segunda vez, al equipo de los casados. Para celebrar, nos tomamos un café en la cafetería del costado de la municipalidad de Vitacura. Buenos cafés, buena atención, buena conversa. Después, nos fuimos al departamento de la hermana de la novia, para seguir con algo más “duro”. Un “Brunch” a media mañana, como se le llama ahora. Tapaditos, canapés, “sanguchitos”, champaña, pastelitos y cerezas para celebrar. Es rico ese horario para compartir. Lástima que fue un día de semana, si no, todavía estaríamos dándole. Pero es un muy rico horario. Algunos restaurantes lo están haciendo, pero parece que en Chile, aún no se da esta tendencia mundial, de tomar o comer cositas pequeñas, para abrir el apetito y después, pasar a la mesa. Me gustó.