
Me encanta cocinar, y el otro día, dije que había estado preparando mi wok para hacer buena comida china. Fuimos al supermercado con Valentina, le dije que fuera a buscar zapallos italianos y cebollín, claramente se perdió porque no cachaba mucho de qué cresta le estaba hablando, pero pretendo que vaya poco a poco conociendo las verduras, aliños, los olores, etc. Un poco de pollo, algo de zanahoria, soya y estamos para cocinar. En la tarde, había dejado mi wok dorándose o curándose para que estuviera listo para cocinar en la tarde. Así fue, nada se pegó. Primero el pollo a dorar, luego la cebolla, para después, el resto de los ingredientes. Soya para darle un poco de sal y estamos ok, para terminar, algo de harina para que la salsa se sienta más compuesta, más entera y no tan aguada, muchos le echan maicena, pero no tenía, y para estos efectos, sirve igual. Después, el arroz, ya cocinado, un par de huevos revueltos, otro poco de cebollín y vamos revolviendo con soya. Me quedó algo cafesoso, pero muy bueno. Valentina me dijo: es la segunda mejor comida que he comido en tu casa papá. La verdad, estaba increíble. Es choro cocinar en wok.