Sábado y sin mucho ánimo de cocinar nada. Ahora, veo en mi refrigerador y hay una barra de chocolate perdida en el espacio frío; unos yogures; mucha Coca Light; peras; manzanas; una palta; queso y jamón. Sería todo lo que tengo y con eso, no logro engañar a mi ánimo para decirle que se ponga a inventar algo. Miro en mi despensa y el panorama no es muy alentador que digamos: fideos viejos; una lata de atún; otra de salsa de tomate; confort y nada más. Es decir, mis probabilidades de que mi cocina funcionara hoy, eran nulas. Mientras me comía una barra de chocolate con almendras, pensaba: ¿pido algo?, ¿sushi?, ¿comida china? En mi afán de ahorro, dije, no, hoy NO COCINARÉ NADA. Pero nada elaboradamente complejo. Así es que bajé al Big John por el vital elemento de todo quien no quiere cocinar, el pan. Ahora, no es cualquier pan, porque este negocio tiene la particularidad de vender el pan crudo, el cual lo calientas en el horno por 5 minutos y sale como de mañana. Una delicia. No hay nada más grato que tener pan fresco en el momento que se te antoje. Bueno, tres "ciabattas" italianas al horno para devorarlas muy calientes y crujientes. De esas que lanzan sus humos y su olor a pan. Mi casa tenía olor a pan “recién salido del horno” a las 2 de la tarde. A este pancito, había que ponerle algo y entre el queso y el jamón clásico, preferí acompañarlo con un queso crema, en salsa de soya y romero. Un buen vaso de bebida y mi almuerzo estaba listo. Pruébenlo, pero así, con pan fresco. Es lo mejor. Muy rico almuerzo.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...