Vengo de dejar a mi hija a su casa. Día martes por la noche y estoy cansado de escuchar fútbol. Pongo Radio Cooperativa, y me encuentro con un programa llamado Noche de copas , conducido por Patricio Tapia y Eduardo Brethauer. La verdad es que el programa es fome, no tiene ciencia alguna y menos gracia. Dos "entendidos" en la materia, dan cátedra sobre un Syrah, una de las revelaciones en vinos del último tiempo. Pues bien, escuchar a dos plomos detrás de un micrófono no me hizo ninguna gracia. Es fácil embobar al consumidor con frases como "tiene aromas intensos, voluptuosos" o "es un vino con cuerpo, color, textura, sabor y una delicadeza única" o la típica frase "elegante, soberbio, audaz" y cuanto apelativo exista para definir una cepa, un vino o lo que sea. Siento que escuchar a dos tipos fomes y latigudos, hablando palabras del mismo tono, me parece una pérdida de tiempo, de hecho, lo cambié al instante. Muchos dicen que si algo no te gusta, debes cambiarlo y seguir escuchando otra cosa, pues bien, eso hice, no les di tiempo de seguirme lateando con frases clichés y pronombres y adjetivos superpuestos, tan característicos de estos tipos que creen que saben de vino. Tal vez saben, Patricio Tapia tiene experiencia y es reconocido en ese tema, y Bretahuer, también, pero para comunicar eso que saben, mejor no. Pastelero a tus pasteles, los Somelliers en su pega, no en la radio. Ojo Cooperativa, que poner un programa a las tantas de la noche, porque se "paga solo con auspicios", no es un buen método para rellenar una parrilla que se dice de excelencia.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...