Un placer, nada más puedo decir de este, para mi, descubrimiento. Fuimos con mi compadre Ñuco, al Starbucks de la Dehesa, mientras veíamos un partidito de fútbol ¿Qué vas a querer? ¿Un frapuccino de dulce de leche? Ok, y pedimos dos. La verdad, impresionantes, caros, pero increíbles. Los acompañamos de queques fríos y malos, pero estaba tan rico que daba lo mismo. Se convertirá en mi placer de acá en adelante. me preguntaron si lo quería con crema, a lo que respondí que no... 15 minutos más de trote diario para sacárselo de encima, pero no importa.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...