Otra del mal más importante y concurrido de nuestra capital, el Ruby Tuesday. Aros de cebolla, un sándwich y una costilla de esas bien gringas para chuparse los dedos. Ese fue nuestro pedido. El tema, es que no terminamos saboreando la salsa, porque nunca hubo. Una de las costillas más malas y secas que he comido en mi vida de seudo-sibarita. una mala experiencia, y el tema, es que estos restaurantes gringos, son carísimos, entonces, peor experiencia aún. Ahora, cuando le dijimos a la señorita que nos atendió amablemente que su costilla era para el olvido, fue, lo comentó con su jefe, y no la cobraron. Muy respetuosos al menos con el cliente. Salió caro igual, pero 7 lucas menos, no es menor.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...