Mi viejo me llama y me dice que quiere almorzar en alguna parte, le sugerí que fuéramos al Emporio a comer lentejas. Llegamos y nos sentamos. Lo primero, el garzón, atendiendo como corresponde, muy cordial. El parque Arauco no estaba tan lleno, lo cual, era otro plus. Pedimos exactamente lo mismo. Dos cocas Light con jugo de limón, y dos porotos granados. No nos fuimos por las lentejas. Antes, para picotear, dos empanadas, la primera, de queso y masa dura, como si fuera de pino; la segunda, en masa de hoja, de carne picante. Ambas estaban frías y desabridas. Pero me quiero centrar en los porotos granados que comimos. Estaban buenos, y tenían un toque de tomate que le daba un dulzor, tal vez exagerado, pero que los hacía muy diferentes. Para terminar, un tres leches, que estaba bueno, pero no para morirse. Ya dejó de vender en de Laura R, ahora es otro el distribuidor de tres leches, o tal vez lo hacen ellos, pero no es lo mismo. Igual, Emporio, siempre salva, eso es lo que uno busca de un restaurante, que vayas y comas siempre igual de bien.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
sábado, 16 de octubre de 2010
POROTOS GRANADOS EN EMPORIO LA ROSA
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