Con la Vale, mi hija, pasamos a comprar algunas cosas al supermercado. Fuimos al Líder ubicado en Vitacura. Llegamos, un buen pan, jamón, queso, bebidas, algo de carne, helados, yogures, algún picoteo y fruta. Para mi, el tema de la fruta y la verdura es fundamental. Trato de inculcarle a la pendex que debe comer al menos una al día para que su cuerpo esté como corresponde. Bueno, algunas manzanas Fuji, uno que otro plátano, alguna pera loca por ahí y de pronto, miro de reojo, y aparece mi fruta preferida, la uva. El cartel decía: “Uva Usa”. La Vale me preguntó qué significaba eso y yo le respondí que seguramente era una Uva que traían de afuera y que era especial. De hecho, los granos, eran verdaderas pelotas de tenis. La probé, cosa que siempre hago en los supermercados, y estaba buena, algo desabrida, pero salvadora para este tiempo. Tomé dos bolsas y las fui a pesar. El kilo, según el cartel, decía que costaba $2.890, o sea, bastante cara, pero como las bolsas eran pequeñas, pensé que no hacía más de 1 kilo en mi compra. Compramos otras cosas, caja a pagar y luego rumbo a la casa. Cuando llego a mi cocina a desgranarla para lavarla y guardarla en el refrigerador, veo que su ticket de peso, decía $7900. No lo podía creer, ¡me había gastado siete lucas en uva!, ¡no será mucho! El tema, es que no estaba tan buena como para gastar semejante barbaridad de plata en eso, pero bueno, ya está, sirvieron para nuestro desayuno de domingo y para picoteos furibundos cada vez que entrábamos a la cocina. Me dolió la guata, creo que nunca había comprado tan poco, por tanta plata.
