Iba recorriendo el supermercado y como ya hay de todo, me puse a mirar cosas de cocina. Sartenes, bowls, saleros, cocteleras y mil cosas más. Dentro de ellas, había un implemento que no tengo. Un wok. Indispensable en mi cocina y no estaba. No hay nada más rico que hacer verduritas, carne, pollo en uno de estos aparatos. Queda todo rico. La gracia del wok, es cocinar a fuego alto, y rápido, por eso se utilizan verduras de corta cocción y trozos de carne pequeños para que se haga en no más de 5 minutos. Todo por su forma, que lo hace de manera uniforme. Eso sí, para comenzar a utilizarlo, es bueno “curarlo” primero. He visto muchos programas de cocina, porque no soy un experto, que dicen que curarlo es una tarea muy sencilla y cualquiera dentro del hogar puede hacerlo sin inconveniente, solo debe seguir paso a paso las instrucciones: Lo primero que hay que hacer es es limpiarlo, y luego untar muy bien con aceite. Lo llevamos al fuego hasta que quede bien negro. Esta tarea es mejor realizarla al aire libre, porque sino se llenarás de humo toda la cocina. Es aconsejable usar una parrilla para llevar a cabo este paso. También podemos introducirlo en el horno. Ya curado, volvemos a untar con aceite. Cada vez que lo usemos, lo lavamos bien y antes de guardarlo lo untamos con aceite, de esta forma evitaremos que se oxide. Para lavarlo hay que colocarlo bajo el chorro de agua caliente y pasarle un cepillo de bambú. No utilizar detergente y secar sobre el fuego. Suena algo “cacho” hacer esto, pero es lo mejor. Además, por mi zona, Cuidad empresarial, no existe un buen “chino”, así es que ahora, el chino lo preparo yo.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...