Anoche, me invitaron a un evento que se realizó en la Ex Oz, uno de los mejores lugares para ir de carrete. Era la fiesta de Radio Uno, en dónde tocaba una de mis bandas preferidas: “Conmoción”, un grupo lleno de trompetas, diabladas, música nortina y cumbia. El carrete, nada que decir, buenísimo. Uno de los buenos que me he pegado últimamente. La invitación decía, que para los que llegaran temprano y tenían acceso vip, podían tener el placer de un cóctel, alguna copa de algo de bienvenida, y cosas por el estilo. La verdad, es que nada de eso hubo. Llegamos a la hora indicada, y como en todos estos jamás se cumple lo que se promete. Ví pasar por mi lado algunos canapés guachos, pero ninguno quiso parar frente mío. El tema, es que no me hice mala sangre, y bajé al primer piso para tomarme varias piscolas. El carrete lo ameritaba y me preocuparía de la comida esa noche. Así es que bien. No hay nada como una buena piscola en vaso plástico para bailar y saltar sin parar. Hoy, con una caña de “aquellas”, pero sabiendo que tenía almuerzo en Bushido, mi cliente sushi. Así es que lo primero que pedí, fue su clásica sopa Mizu, un caldo de verduras, que lleva algo de tofu y que me salvó de no morir en día viernes. Para continuar, con un arroz, que viene servido con pollo, verduras, huevo y que terminó por complementar mi subida de ánimo. Jueves en la noche y viernes almuerzo, una buena mezcla, comienza mi fin de semana señores.