No tenía ganas de cocinar. Andaba dando vueltas por la Rotonda Atenas y decidí pasar a la Panadería Tomás Moro, donde venden las famosas empanadas. Bueno, esta, para quienes no lo saben, es una panadería, muy clásica por lo demás. Dicen que las mejores marraquetas están ahí, a mí, no me gustan mucho, pero si, hay un pan que me encanta: el croissant, que viene en tamaño o forma tipo “cangrejo” y tiene una suavidad y una consistencia, excelente. Debe ser uno de los mejores, junto con Lo Saldes. Bueno, tres de estos manjares, y para la casa. En mi refrigerador, tenía un queso que me había regalado la Dani, llamado Santa Sara, que etiqueta con gran gracia: “los del Kike”. Un poco de queso, un jamón guacho por ahí, un tomate, algo de sal, romero y orégano y al horno. Por favor, cuando no tengan nada que cocinar, hagan esto en sus casas. Sublime. Caliente, hasta cierto punto, crujiente, pero que no llegue a quebrajarse y sabroso. Pruébenlo!
