Javier, papá de la mejor amiga de mi hija, me llama para invitarnos, con hija inluida, a un asadito en su casa. Como las pendex tenían otro panorama, fui solo. Una botella de vodka para no llegar con las manos vacías y con mucha hambre. El menú, buen asado a la parrilla y buen lote de amigos. Ensaladas de lechuga con palta, y Bruselas con mayonesa, algo raro, pero estaba bueno. Además, el arroz infaltable, el cual, estaba preparado como me gusta, con pimientos rojos enteros, que placer comerse ese pimiento latigudo, un agrado. En la parrilla, los choripanes clásicos y un pedazo gigante de lomo vetado. Ver como se hace esta carne, es todo un arte. Se le va poniendo su costra café, dura y crocante, para dejar en su interior, una carne a punto de cocida. Estaba muy bueno. Además, unas entrañitas con pan, que estaban notables. Un placer de carne sabatina.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
sábado, 28 de agosto de 2010
OTRO ASADO WENO...
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