Quise aventurarme a hacer un buen pan. Leí varias recetas en Internet, y todas, decían más menos lo mismo. Harina, levadura, agua tibia, azúcar, sal. Bueno, comencé la diversión. No tenía bowl, por ende, dejé la cagada en la cocina, porque tirá todo este menjunje encima del mueble de cocina. Al principio, me pasó que la masa que pude conseguir, no cuajaba, se juntaba o se ligaba de la mejor manera, y se formaban como pequeñas hilachas que no conducían a nada. Después, le fui poniendo un poco más de agua y ahí, recién, pude conseguir una buena masa. Decía, la receta, que lo dejara 30 minutos para que la masa subiera, pero por más que miraban no subió nunca. Calenté el horno y los puse en medallones de 1cm cada uno. Resultado: algo duro, y con poca sal. Tendré que volver a intentarlo. Así es la cocina, cagarla y cagarla, para después disfrutar.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
jueves, 11 de noviembre de 2010
LO INTENTÉ, PERO...
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