Es tiempo de frutillas. Por dos lucas, incluso en las esquinas más dadivosas, te las venden por mil. Son ellas, la guinda de la torta, o la frutilla del verano. Un verano que ha tardado en asentarse, pero que se va haciendo notar con la presencia de las frutas y verduras que lo colorean todo. Las frutillas y sus múltiples preparaciones. Particularmente, las prefiero así, solitas, con azúcar, pero nada más. En un borgoñita, en una tortita, con helado y crema, notables. Ayer, compré unas en un supermercado, de esas que vienen en caja perfectamente plástica, y estaban buenísimas. Uno tiene esa “mala espina”, que te dan los productos tan perfectamente envasados, pero no, estas estaban de buen sabor y de una textura entera, tierna sin caer en lo blanducho de las de calle. Muy buenas. El precio: $900 y viene la misma cantidad de la calle y no están al sol, ni bajo el brazo de un tipo que está todo el día bajo el sol. Buenas.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
domingo, 21 de noviembre de 2010
FRUTILLAS RICAS
Suscribirse a:
Entradas (Atom)