He estado haciendo encuestas entre amigos, conocidos, en mi Facebook, relacionadas con la comida y los gustos de la gente con respecto a diferentes productos. Les he preguntado por el chocolate. Soy fanático del Sanhe Nuss y cuando le pregunto a la “gallá” si existe comparación, la verdad es que la respuesta es siempre la misma: no. Ha competido con Vizzio, con After Eigth, con M&M, y con otros monstruos del buen sabor y no ha habido caso. Parece que este viejo y querido Sanhe las tiene todas, sabor, textura y tradición y como sabemos, el chileno es un tipo de tradiciones. No dejamos el super 8 nunca, por ejemplo. Y podrán cambiarlo, agrandarlo, ponerle maní o almendras, pero siempre nos quedamos con el clásico. Eso mismo pasa con el Sanhe Nuss. Lo hacen de mil maneras pero no hay caso. Estará en toda casa chilena siempre. Ahora, he descubierto un chocolate que me ha encantado por su textura, por su sabor, por su envase, y además, por lo que me provoca en términos de adicción. Hay que decir, que el chocolate muchas veces pretende eso, que lo pruebes, lo comas y no dejes de llevártelo a la boca nunca. Este es el caso del Rolls, una bolsa de muchos chocolates pequeños, redondos, de la marca Costa, que viene en 3 presentaciones, Nuts, Crocante y Blanco. Esta vez me refiero al Nuts: bolitas de chocolate con maní crujiente que hace que mi gusto y deoción por el Sanhe Nuss, pueda pasar a segundo plano, no cambiar ni dejarlo de lado, pero si darme un break de Rolls de vez en cuando. Su textura, su sabor es incomparable. El otro día los llevé a un asado y antes de probar la carne, los comensales se los comieron todos. Yo, simplemente los dejé en la mesa y esperé a que los conocieran. Nadie pudo resistirse a los encantos de este Rolls de envase naranjo. Cada vez que los mascas, una explosión de sabor inunda tu boca. Es realmente exquisito y muy adictivo, les aseguro, a quienes son buenos para el chocolate, que no dejarán de comerlos si se llevan uno a la boca. Hagan la prueba, a lo mejor, se transforma en su adicción también.
