Los cabros chicos, están cada vez más exigentes. Cuando vas al supermercado, piden las cosas con marcas: ya no es simplemente comprar un paté, ya tiene una marca determinada; un jamón, lo mismo, y así, con todo. Me pasó, que fuimos a comprar cosas para asado. Carne, pollo, chorizos, y salchichas, pero no cualquiera, mi hija me dice, cuando estaba sacando unas x: “¡Papi, Montina!”, chucha, ok, Montina. ¿Por qué? – le pregunté. “No sé, son las que a mi me gustan, son más suaves, ricas y no me caen pesado a la guata”, respuesta textual. Como buen padre, ok, Montina al carro. Debo decir que se comieron varios sandwichitos chicos con salchicha y mayonesa con sus amigas. Son buenas, mi hija tiene razón.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
jueves, 19 de agosto de 2010
LOS NIÑOS TIENEN LA PALABRA
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