El sábado, fuimos a almorzar. Mi viejo, mi hermana, y mi hija. Nuestro clásico de fin de semana, es Mi Rancho, un boliche, que poco a poco, se está transformando en más que una “picá”. Sus precios, son de “picá”, su manera de atender, también, el lugar, para que hablar, al lado del río, y al aire libre, realmente un agrado. Ahora, se está llenando poco a poco. El boca a boca funciona como un rayo, impresiona. Bueno. Mi hija, como es de esperarse, pollo con papas fritas, ahora, la cosa no es como cualquier restaurante. Su pollo, venía en una fuente de greda, y era realmente “al jugo”. De una carne muy tierna y rica de sabor. Mi nena quedó loca. Creo que nunca había comido un pollo tan deshilachado como ese. Mi hermana, una plateada con puré picante, realmente bueno. El puré, justo de preparación, sin papas entre medio y de sabor impecable. La plateada, cuento aparte, un siete. Con mi viejo, un pollo al coñac completo para nosotros. Cuatro presas en una fuente u olla de greda, en su caldo. Una experiencia sublime para quienes gustan de este tipo de comidas. Una taza aparte para tomarse ese caldito. Que rico. Ensalada chilena, otra porción de papas y bebidas. Quiero detenerme en las papas ahora. Porque no hay nada en el mundo más rico y placentero, que comer la verdadera papa de “picá”, esa cortada en lonjas grandes. Como se hacía antes. No las papas escuálidas que dan ahora en los restaurantes. Bueno, otro detalle, su vino con chirimoyas, realmente bueno. Un jarro para todos, con harto hielo, y buen sabor. Comida chilena de primer nivel en Mi Rancho… ¡se me abían olvidado las empanadas!, al principio, pedimos empanadas para todos. Las de pino, con demasiada cebolla, pero con una masa digna de premio. no sé porque los críticos, tan “conocedores” de todo, no la postulan como una de las mejores, y siguen postulando siempre a las mismas de siempre (losmismosdesiempre.cl). Bueno, ese es otro tema, acá, son buenas y con sabor a campo. “Las Hermanas”, “La punta” y cuánto lugar pituco, no le hace el peso a una empanada como esta. Bueno, “raya para la suma”, un excelente lugar. Tiene que ir algún día a almorzar ahí. El paisaje; la calidez de una “tía” que te atiende como corresponde y que de regreso te dice: “mi amor”; los precios y la calidad de sus preparaciones, lo hacen uno de los mejores chilenos que hay. Está cerquita de “Doña Tina” y no tiene nada que envidiarle.
