Mi viejo me llamó por fono a eso de las 17. Me ofrece un panorama. ¿Vamos al casino a tirar una fichas? Ok. Partimos rumbo a Monticello. Largo camino para llegar y perder varias lucas. un par de piscolas y varios puchos producto de los nervios. Al final, terminamos comiendo en uno de los restaurantes que son exclusivos para socios. No somos socios, pero el tipo nos encontró caras amigables y entramos. Es un bar, con sillones, muy acogedor. Pedimos una hamburguesa con queso y mi viejo pidió un sándwich de pavo, lechuga y queso. Ambos, con pan italiano. Antes, habíamos pedido unas empanaditas surtidas para comenzar. La verdad, ya había comido en ese mismo lugar y puedo decir, que es realmente bueno. Ya me habían hablado de os Buffet del mismo casino, pero este rest-bar, está notable. La cuenta salió algo así como 20 mil. Muy rico todo. La hamburguesa como se debe, bien cocida por fuera y por dentro casi roja, bien gringa. Un acierto, después de tanta ficha al voleo.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
viernes, 8 de octubre de 2010
MONTICELLO, MALA SUERTE EN EL JUEGO, PERO BUENA COMIDA
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