Después de mandarme un largo concierto anoche, el resfrío no se hizo esperar. Así es que necesitaba algo para reponer el cuerpo. Mi garganta estaba mal y mi ánimo, peor. Me llama mi viejo y me invita a almorzar al Mercado Central. Una buena excusa para mejorarme rápido con algún producto del mar. La joya del pacífico fue el elegido (después voy a comentar de Don Augusto) Comenzamos con dos pisco sour, que claro, como son de restaurante, vienen en copa diminuta y es una mezcla del embotellado y de algo de limón fresco, más o menos no más. Luego seguimos con “Locos con salsa verde”, $7500 por un plato con 4 locos del porte de un damasco. A veces se abusa del extranjero en este país (hay que decir, que el Mercado, ya está pensado para foráneos). Miraba las mesas del lado y tanteaba los platos para ver qué pedía. Al final, terminé con un congrio a la mantequilla, con ensalada chilena. Estaba bien, pero pasado a plancha de otras preparaciones, claro, cuando se hace el pescado en la misma plancha de la carne, del pollo, los sabores se mezclan. Lo mejor, el ambiente, estar ahí es un espectáculo lleno de personajes, situaciones, bailadores de cueca, guitarristas guachacas, etc. Me encanta. En total, $23.500 por nuestro almuerzo y regular no más. Además, al haber tanta gente, la atención fue insoportable, 40 minutos para todo. Ahora, quiero hacer referencia a Don Augusto. Un monstruo que si no lo paramos, se toma el Mercado completo, impresionante. Entramos y Don Augusto por todas partes. Pónganle parele, sino, en un par de años, se llamará “El Mercado Augusto”. Too much.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
domingo, 12 de diciembre de 2010
DOMINGO DE MERCADO
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