Hace unos días, un amigo, nos dijo: “vayan a este lugar, no se arrepentirán”. Bueno, le hicimos caso. Av. Las Condes, puente La Dehesa y una calle antes del Mall de La Dehesa, en un “strip center”, estaba: “Johnny Rockets”. Una hamburguesería, un local de comida gringa, pero que está ambientado en los años ’50. Lleno de fotografías “vintage” y mil detalles exquisitos. Cuando entras, todos, pero todos, te saludan; cuando te vas, lo mismo, muy estilo gringo cordial. Pedimos un “milk shake” de frutilla y plátano que estaba realmente bueno (en su carta decía que sus batidos y sus aros de cebolla, son reconocidos en todo el mundo). Además, te lo traen con su coctelera aparte para que le puedas seguir echando al vaso cuando quieras. Comenzamos con unas alitas de pollo para picotear que estaban muy buenas, algo picantes, pero buenas. Bañadas en salsa BBC. Para seguir, una hamburguesa “bacon” para mi y un plato para niños para mi nena. Mi hamburguesa, cubierta en papel mantequilla y servida con papas fritas, estaba buena, pero no para volverse loco y el plato de niños venía con un mini hot-dog y una mini hamburguesa y papas, bastante bien. Lo choro de este local, es que cada 10 minutos, los garzones, cocineros, administradores, se ponen a bailar coreografías en medio de tus narices. Quedé perplejo cuando la garzona que nos atendía, dejó de hacer lo que estaba haciendo, para comenzar a bailar. Un local que inspira muy buena onda, sobre todo, buena onda. Para niños, familias, y esas cosas, ideal.