Hoy, fui a comprar cigarros. Al Big John que está cerca de mi casa, acá, en Huechuraba. De camino, me encuentro con una pequeña feria o puesto de verduras. Increíble. Porque lo más cerca para comprar verduras y frutas es en el mismo Big y son pésimas. Entonces, me detuve un tiempo, a simplemente, tocar, sentir, oler, ver colores, y todo lo rico que se puede hacer en una feria. Es otra la sensación de comprar frutas en una feria a un supermercado, donde todo es más frío. Acá, la calidez de la “casera” exuda. Me encanta esto de salir a caminar, respirar el olor de la mañana, y para más re bienes, terminar en una feria conversando con dos señoras desconocidas, que me contaban que harían cazuela y que para eso era el zapallo que llevaban, o la misma conversación con la señora que me atendía en torno al peso de las cosas, a lo cara que estaba la vida, etc. Que increíble sensación. Recomiendo de todas maneras, ir a las ferias. Antes, cuando vivía con una novia de turno (aunque se enoje mi lectora Mafalda), iba a la feria de Padre Hurtado, frente al “intercriminal”, ahí, ya conocía a los “caseros”, ya sabía donde estaba la mejor verdura, comíamos pistachos y almendras al momento de ir vitrineando, etc. Todo un ritual. Las ferias representan eso, lo clásico. Que nunca debiera morir. vayan, lleven a sus hijos, que escuchen los gritos, que sientan el olor a pescado mezclado con el del ajo, que coman, que se ensucien, que lleven bolsas, que vivan en un entorno como ese. Yo, desde pendejo lo hice y lo seguiré haciendo. Mi hija va conmigo siempre. Un placer de la vida al aire libre. POR FAVOR, MIREN LA FOTO... QUE PUESTAZO!!!..
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
jueves, 12 de agosto de 2010
FERIAS... QUE LINDO LUGAR
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