Tuvimos una reunión familiar. Uno de los nuestros ingresa, por segunda vez, al equipo de los casados. Para celebrar, nos tomamos un café en la cafetería del costado de la municipalidad de Vitacura. Buenos cafés, buena atención, buena conversa. Después, nos fuimos al departamento de la hermana de la novia, para seguir con algo más “duro”. Un “Brunch” a media mañana, como se le llama ahora. Tapaditos, canapés, “sanguchitos”, champaña, pastelitos y cerezas para celebrar. Es rico ese horario para compartir. Lástima que fue un día de semana, si no, todavía estaríamos dándole. Pero es un muy rico horario. Algunos restaurantes lo están haciendo, pero parece que en Chile, aún no se da esta tendencia mundial, de tomar o comer cositas pequeñas, para abrir el apetito y después, pasar a la mesa. Me gustó.
Todos los días, algo diferente en la cocina... todos los días hablamos de comida... todos los días, un plato o una sugerencia distinta... Nos comprometemos a que los 365 días del año, habrá algo sabroso de que hablar...
miércoles, 24 de noviembre de 2010
PICOTEO A LA HORA DEL "BRUNCH"
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