Crítica gastronómica constructivamente deliciosa, apetecible, sabrosa, con cuerpo y aroma. Con un toque de humor y una pizca de realidad. Sazonado con hojas de verdad; ramitas de placer y un puñado de vivencias personales. Este es un Blog para cocinar, probar, sentir, degustar juntos. tú también tienes la receta...

domingo, 1 de agosto de 2010

LENTEJAS EN EL EMPORIO, MAS O MENOS NO MÁS....

Es domingo y ya estoy raja. Me quedan mil cosas por hacer con este nuevo departamento. Tengo que salir a comprar algunas cosas que me faltan. Cortinas de baño, para el mío y el de la Vale. Subo al tercer piso del Parque Arauco y entro a Casa & Ideas a ver algo lindo. Pero no encuentro nada de nada y me voy. Es hora de almuerzo y pretendo ir al Mokka por un par de triángulos de jamón-huevo. Pero en la pasada, me acuerdo que hace mucho tiempo comía buenas lentejas en el Emporio La Rosa. El lugar estaba repleto. Espere unos 5 minutos por una mesa y me siento. Antes me había comprado la revista Paula para hojear mientras esperaba mi pedido. Antes, eso sí, le pregunté a un garzón que pasaba raudo, si habían lentejas, y me dijo que si. Ok, estaba todo listo para el almuerzo de domingo. Una señorita exquisitamente amable me atiende. No era muy guapa, pero su calidez la hacía verse hasta linda. Quiero para empezar una empanada de tomate-albahaca y luego unas lentejas. Le pido, eso si, que las lentejas vengan hirviendo, porque a veces me las traen frías. Lo que pasa es que los posillos de greda están ya preparados y sólo las meten al horno. No se preocupe, me dijo. Legó mi empanada, que estaba bastante rica y luego, mis lentejas. La verdad es que no han sido las mejores que he comido en ese lugar, tenían un sabor cítrico que las hacía extrañas. Estas lentejas son choras, porque su preparación es diferente. Llevan pollo, tocino, crema, champiñones y zanahoria. Son extraordinarias, pero hoy, no están tan ricas. Pero me las como, no sin antes, pedirle queso parmesano rallado a la señorita para acompañarlas. Lentejas para mi, tienen que ir con queso. Pago mi cuenta, algo así como 10 mil pesos y me voy. Quedé tentado eso sí, porque en la mesa del frente, habían dos minas comiendo un Tres Leches que estaba de miedo, para el que no lo sabe, el Tres Leches del Emporio es de Laura R, el mejor. Pero no, con las lentejas estaba bien, cumplió su objetivo, aunque me quedó la sensación que no eran las mejores que había comido en mi vida. No les pasa eso? uno quiere comer algo y decir, puta que rico. Este no fue el caso.

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